Reporte del Frente Económico – primera quincena de Mayo

Los resultados al primer trimestre indican fuertes bajas. El ministerio de economía y finanzas prevé un crecimiento del 4,2 por ciento para el año, pero el primer trimestre pero no se llegó ni al 3 por ciento. La manufactura nuevamente ha retrocedido en cuanto a producción, estamos ahora casi 10 puntos por debajo del 2012. También la construcción está básicamente estancada. El sector minero ha retrocedido mientras que la pesca, terminadas las condiciones naturales muy favorables del año pasado, tiene un fuerte retroceso. Como consecuencia del retroceso de la producción industrial, en Lima el empleo también ha vuelto a caer en 19 mil, sumándose a 69 mil perdidos el año pasado y 18 mil el anterior. Ya no se oyen las voces que decían que aunque vinieran millones de inmigrantes venezolanos no había ningún problema porque ellos mismos se crean su empleo; siendo evidente que no es así.

Estos malos resultados se han dado al mismo tiempo que, a nivel internacional, los principales indicadores evolucionaron favorablemente. Luego de una abrupta caída de las bolsas internacionales en el último cuatrimestre del 2018, todas las bolsas se recuperaron fuertemente en este primer trimestre. El crecimiento de Estados Unidos se mantuvo robusto y China, que parecía en algún momento iba a ralentizar su crecimiento por los conflictos comerciales, recuperó rápidamente el ritmo. A la base del resultado en las bolsas y en EEUU ha estado el cambio en la política del banco central norteamericano, el FED, que retrocedió completamente en sus anuncios de alzas en las tasas de interés este año. Para nuestro país, esto significó que hubiera buenas condiciones de financiamiento con capitales entrando a tasas menores, y que los precios de materias primas mantuvieran un nivel recuperado, por ejemplo el cobre estuvo cotizándose muy cerca de los 3 dólares la libra, un buen precio.

Si las condiciones eran favorables, ¿por qué los resultados son mucho peores que el optimismo redoblado que se señalaba a fines del 2018 con un 4 por ciento de crecimiento? En primer lugar porque los datos del 2018 incluían una alta dosis de buena suerte y oportunidad en la temporada de pesca. Ya veníamos en realidad a media caña, algo ocultada por estos factores aleatorios. Por otro lado, la insistencia en una política fiscal orientada a reducir el gasto público, está dando los resultados previsibles de desplome de la manufactura, sobre todo al no haber ninguna política de protección o promoción industrial.

La coyuntura internacional, sin embargo, cambio rápidamente la semana pasada: la guerra comercial de Estados Unidos contra China, que parecía ser un viento fuerte camino a amainar, pasó a ser una tormenta que tiene la fuerza de un huracán. Las negociaciones programadas se convirtieron en choque y Estados Unidos ha subido sus aranceles, es decir los impuestos a la importación de productos chinos, de 10 por ciento  25 por ciento, afectando 200 mil millones anuales de ventas chinas. La bolsa de Nueva York cayó 5 por ciento en dos días. El precio del cobre cayó de 2,95 a 2,78 dólares la libra. Si a apuesta era a que las buenas condiciones internacionales provocaran una fuerte inversión minera, parece por el contrario que la economía internacional seguirá volátil los próximos años: como escribimos unas semanas atrás, el conflicto entre Estados Unidos y China no es coyuntural ni solamente comercial o económico, es más profundo implicando una lucha por la supremacía tecnológica entre dos civilizaciones.

LAS NUEVAS LEYES

Mientras tanto, el gobierno y el congreso han avanzado dos normas importantes: la relativa al control de las fusiones y la norma anti-elusión.  La ley de control de fusiones ha sido aprobada en el congreso, y siendo un pequeño paso adelante, es un paso limitado y de efectos sólo en el muy largo plazo y de alcance parcial. La ley busca limitar la posibilidad de que un grupo económico obtenga un control monopólico sobre un mercado comprando a las empresas competidores, lo que es sin duda necesario. La mayoría de países avanzados y medios la tiene y la OCDE recomienda que este tipo de fusiones deba ser previamente revisada (pudiendo ser aceptada o no) por un organismo regulatorio, a pesar de lo cual durante años el cogollo neoliberal del MEF se ha opuesto reiteradamente.  Que salga algo al respecto es ciertamente un avance.

Pero la ley deja todo en manos del mismo MEF que siempre se opuso a este control: será el MEF quien reglamente la ley y será el MEF quien pueda decir hasta que tamaño de empresas se puedan comprar sin pasar por este control de Indecopi. Además, claro, que no se plantea hacer nada respecto de las empresas que ya tienen dominio monopólico de un mercado, lo que pasa en el Perú en muchos sectores como las cadenas de farmacias, la cerveza, las gaseosas, la leche, los aceites comestibles, la harina de trigo y otros. La ley ni siquiera propone que haya un estudio serio de estas grandes concentraciones de mercado. No es un gran cambio.

Más importante en el corto plazo es la ley anti-elusión, que es la practica de las grandes empresas de reducir o evitar el pago de impuestos mediante diversas triquiñuelas que buscan ampararse en resquicios de la ley. También en este caso, es común internacionalmente que haya un control de esta sinvergüencería. Se aprobó una ley al respecto el 2012, pero la Confiep se opuso, Humala se arrodilló, no la aplicó y luego la “suspendió” hasta que sacara un reglamento que nunca promulgó. Se churreteó, pues, como se dice comúnmente. PPK, por su parte, no movió un dedo al respecto; que iba a tocar a sus amigotes de la Confiep y menos enfrentarse a Keiko que los defendía desde el congreso.

Recién el año pasado Vizcarra sacó el DL 1422 reafirmando el control anti-elusión, provocando otra pataleta de Roque Benavides y el coro de abogados contratados por los grandes empresarios, cuyas propuestas fueron recogidos por Miki Torres del fujimorismo. El ministro Carlos Oliva, entonces, decidió no aplicar la ley mientras el congreso fujimorista pro-Confiep la revisaba, como si aplicar la ley fuera opcional para los ministros y las grandes empresas tuvieran corona. El asunto es que como el congreso tiene este asunto aún entrampado, finalmente Oliva decidió sacar el decreto supremo detallando el reglamento del DL 1422 para que se aplique. El detalle está en que ese reglamento recoge dos de los tres puntos que quería la Confiep: hace prácticamente inimputables a los directores de las empresas y quita toda posibilidad de que se castigue penalmente a los traferos. El tercer puno reclamado por la Confiep, el que no se aplique la ley entre el 2012 que se aprobó y la fecha, lo está ahora luchando la PepeKausa vicepresidenta Mercedes Araoz desde el congreso (y ya Oliva se comprometió a que no observarían un proyecto del congreso sobre el tema, como si él fuera presidente y no Vizcarra). Como se ve, con quienes el gobierno actual nunca se ha enfrentado es con los empresarios corruptos, y tampoco lo hace ahora, pero eso tiene como costo que las posibilidades de que el estado obtenga más ingresos para la educación, la salud púbica, las carreteras y la seguridad son muy pocas: no se puede hacer tortillas sin romper huevos.

MÁS PERDIDOS QUE PIRATA EN BOLIVIA

Mientras tanto, la derecha más rancia de la Confiep enfila sus baterías contra los derechos laborales como la “gran reforma” que solucionaría los problemas de la economía nacional. Es en las páginas de El Comercio donde este grupo desarrolla sus campañas ideológicas. El gerente del Instituto Peruano de Economía, el think tank creado por la Confiep, insiste en que no debiera haber sueldo mínimo pero no dice una palabra sobre las responsabilidades del Presidente del IPE Roberto Abusada que ha sido director de Graña y Montero durante todos los años en los que la empresa compartió las coimas de Odebrecht: vaya forma de preocuparse por la salud de la economía nacional.

El colmo se lo llevó el editorial de El Comercio del día de la madre, el domingo 12 de mayo pasado, cuando escribieron que “se han puesto en marcha algunas iniciativas que pueden traer más problemas que soluciones. Las leyes que impiden el despido de una mujer embarazada, por ejemplo”.  Increíble: ahora resulta que lo mejor que podemos hacer por la economía nacional y el empleo es dejar que las empresas despidan libremente a una mujer que se embaraza porque su productividad se reduce y lo mejor es dejar que las empresas hagan lo que les dé la gana con sus trabajadores. De esa manera, según el pensamiento neoliberal las empresas al no tener que cargar con el “costo” de tener mujeres embarazadas en sus oficinas, contratarían a  más mujeres en edad reproductiva…. aunque luego las despedirían apenas sepan que están esperando un hijo. La propuesta de “El Comercio” es aberrante por ser extremadamente injusta; una pena que habiendo defendido el enfoque de género en la educación se olviden de él apenas toca ligeramente el bolsillo de los grandes empresarios.

Lo penoso es que quienes se supone conforman las élites intelectuales del país cercanas a los grandes empresarios, está totalmente perdidos respecto de los retos económicos del país. China y Estados Unidos entran en conflicto por ver quien domina la tecnología 5G y los ideólogos neoliberales de la Confiep proponen como gran solución despedir mujeres embarazadas.  Bueno, si juntaron una bolsa de 2 millones de dólares junto a Odebrecht para apoyar a Keiko Fujimori que podíamos esperar.

Nuevos Motores Económicos para Generar Empleos

El Perú tiene una severa falta de empleos. Para enfrentarla es indispensable poner en marcha otros motores en la economía más allá de la minería. Lamentablemente PPK tiró al tacho lo que se había avanzado en los años previos en políticas de diversificación productiva y el gobierno de Vizcarra no ata ni desata en este tema. Recientemente el ministro Oliva ha dicho que “ojalá dentro del primer semestre de este año, podamos plantear estos grandes marcos conceptuales que faciliten la inversión en estos sectores”, muy lejos de medidas concretas como parte de un plan. Y eso que Oliva sólo se refirió a dos sectores, acuícola y forestal, sin que en este último se esté tomando en consideración los serios problemas que tenemos de deforestación y violación de derechos indígenas.

Pero como bien ha dicho en un artículo reciente Piero Ghezzi, unos pocos sectores no bastan dada la enorme falta de empleo existente y los rubros con potencial que tenemos. Algunos de ellos ya están en nuestra estructura productiva, como la industria textil que alguna vez fue nuestra principal exportadora no tradicional pero que gracias a políticas neoliberales fue destrozada por importaciones a precio “dumping” asiáticas. Siendo clave en la generación de empleo y el avance de la productividad, el conjunto de nuestro aparato industrial está duramente golpeado, produciendo menos que cinco años atrás mientras la industria china y asiática avanza a todo trapo.

Otros rubros, como el turismo ecológico y cultural hacia nuevos destinos más allá de Machu Picchu, avanzan lentamente cuando podrían estar creciendo a ritmos acelerados generando muchísimos empleos. La industrialización de nuestros productos agropecuarios es otro gran potencial; personalmente soy adicto a los chocolates peruanos que están saliendo de altísima calidad y que permiten aprovechar mejor nuestra diversidad de cacao. En café, mientras los colombianos han invertido en colocar su “marca” a nivel mundial y en su propia cadena “Juan Valdez”, nosotros tenemos mejor café y más variado pero seguimos exportando en grano con bajo valor agregado. El aprovechamiento de frutos y plantas amazónicas para productos de belleza y cuidado personal es la base de la brasileña “Natura” con ventas de billones de dólares a nivel mundial, algo ausente en el Perú aunque tenemos esa misma biodiversidad amazónica y aún más.  

La cantidad de iniciativas, productos y servicios es grande y no debemos limitarnos a sólo dos sectores, aunque sin duda hay que ser cuidadosos con que las políticas que se adopten no promuevan la corrupción o resulten demasiado costosas. La clave es generar empleos y crecimiento sostenible. No hay posibilidades de desarrollo salvo innovando e investigando nuevas tecnologías.

MERCADOS CON INCENTIVOS

La principal política para diversificar, generar empleos y consolidar nuevos sectores con productividad creciente debe ser una basada en incentivos y el primero de ellos es el mercado. Sin mercado donde vender, no hay negocio.

Un primer problema que tenemos al respecto es que nuestro mercado nacional está desarticulado porque la infraestructura de carreteras es pésima. Basta salir unos pocos kilómetros de Lima hacia la carretera central, la principal vía de conexión de la capital con el interior de la zona central andina y amazónica, para darse cuenta, mientras las Alianzas Público-Privadas (APPs) suscritas tienen paralizadas las obras en las salidas de Lima. Es solo un ejemplo, al que se le puede añadir el escandaloso caso del aeropuerto Jorge Chávez, APP entregada a un consorcio que aún no hace la inversión importante de la segunda pista aunque ya los aviones hacen cola y se demoran en aterrizar frenando el ingreso de turistas y la salida de productos al exterior, situación que empeorará los próximos tres años cuando menos. La cantidad de carreteras nacionales, regionales y locales, puertos y vías deterioradas o rebalsadas de tráfico es enorme, y eso impide el desarrollo de un mercado nacional: a veces es más barato traer productos del Asia que de la selva peruana.

Es indispensable reactivar la inversión pública, que es hoy 1% del PBI menos que seis años atrás, porcentaje que equivale a más de 7 mil millones de soles anuales menos. El MEF de la Confiep prefiere mantener exoneraciones privilegiadas y permitir la elusión de los grandes empresarios, a  invertir en infraestructura indispensable. Tienen su segunda, apostando de paso a que con el falso argumento de “no hay fondos” las socias del “club de la construcción” se ganen con nuevas APPs que podrán renegociar y someter a arbitrajes decenas de veces para seguir robándonos con mayor facilidad. Se pierde una enorme oportunidad, ya que un empujón de inversión pública permitiría además una reactivación del mercado interno en el corto plazo, generando miles de empleos en la construcción y en la industria de materiales, trabajadores que a su vez volcarían sus salarios a la demanda interna.

Un segundo problema es que al permitir que las importaciones de ropa usada y barata invadan nuestro mercado, se está condenando al desempleo a decenas de miles de personas, ya que en esas condiciones la industria textil y de confecciones nacional puede colocar menos productos. Esto se repite en relación a otros sectores; es el caso de la importación de leche subsidiada que afecta a la ganadería andina de la que viven cientos de miles de peruanos y de la importación de trigo producido por la agricultura subsidiada de los Estados Unidos que reemplaza a los granos y productos nativos. Todos los países grandes que han logrado un nivel económico avanzado, desde Inglaterra (hasta el siglo XIX), Estados Unidos (hasta 1950), Japón, Taiwán, Corea y ahora China, han protegido su mercado nacional para que sus industrias prosperen y generen empleo. En el Perú hoy una política de ese tipo pasa por evitar que el precio del dólar caiga (porque eso resta competitividad y abarata las importaciones), reestablecer selectivamente aranceles (impuestos a las importaciones) e imponer adecuados estándares de calidad (evitando que vengan conservas contaminadas del Asia, por ejemplo), exigiendo metas de exportación e innovación a los industriales nacionales. Lamentablemente el neoliberalismo ideologizado considera anatema el camino seguido con éxito por los gigantes asiáticos.

INNOVACIÓN Y FINANCIAMIENTO

Cuando tardíamente en el gobierno anterior se inició la diversificación productiva, Piero Ghezzi puso en marcha dos buenas políticas. La primera fue la de las “mesas ejecutivas” facilitadoras de un diálogo de los productores con las distintas instituciones estatales para identificar problemas y soluciones, iniciativa que en el papel el MEF dice que se mantiene pero que luego de 2 años de Zavala, Cooper, Tuesta y Oliva no tiene resultado alguno que mostrar. La segunda fue la de mejorar y ampliar los Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITEs), de los que hay una treintena en rubros tales como vitivinícola (pisco), calzado, textiles de alpaca, industrias creativas, etc, los que han regresado nuevamente al olvido (los CITEs ya tienen un par de décadas pero con muy poco apoyo, salvo la gestión de Ghezzi).  Es importante reimpulsar estos centros de innovación, que deben servir a las necesidades de los productores, difundiendo y capacitando en nuevas tecnologías.

Otra política muy necesaria y que otros países aplican con mucha fuerza consiste en facilitar el financiamiento mediante bancos nacionales de desarrollo. China tiene varios bancos de enorme tamaño con este fin, su banco agropecuario es el cuarto banco más grande del mundo, pero junto a este hay varios otros con fuertes compromisos en la frontera de la innovación, por ejemplo en paneles de energía solar, carros eléctricos, nuevas plataformas de información, smartphones, etc. Alemania tiene la KfW, un fuertísimo brazo financiero que ha tenido un rol clave en energías alternativas y tecnología manufacturera. Estados Unidos tiene un gran apoyo financiero a pequeñas empresas y a innovadores. En Escocia se está poniendo en marcha un banco de desarrollo especialmente orientado a innovación y nuevas industrias. En nuestra región destacan los esquemas financieros y bancos públicos de Chile y Brasil. Estas instituciones hoy combinan diversos instrumentos financieros, usando no solo préstamos sino también aportan capital de riesgo para financiar productos nuevos que requieren probar prototipos, hacer estudios de mercado, etc.

Mientras tanto, en el Perú tenemos al Agrobanco prácticamente paralizado, a Cofide con muy poca iniciativa y al Banco de la Nación que tiene una red enorme pero se limita a tramitar pagos del estado sin ninguna mirada de desarrollo productivo. Al mismo tiempo más de la mitad de las pequeñas empresas y más del 90 por ciento de las microempresas no tienen acceso a financiamiento y un tercio de las empresas medianas y grandes no piden préstamos porque son muy caros, lo que se debe a  que el spread o margen de ganancia bancario en el Perú es el cuádruple que el de Chile. Es posible enfrentar esto poniéndonos al día con las mejores prácticas de financiamiento público, con directorios escogidos en base a mérito y cuyos miembros tengan estabilidad y se vayan renovando poco a poco, con mucha transparencia y discusión pública de sus objetivos y operaciones.

Una política sostenida de diversificación e innovación podría lograr que en el Perú hubiera un crecimiento económico aparejado con fuerte creación de empleo, que es lo que necesitamos. Hace tiempo que nos lo debemos y no debiéramos llegar al Bicentenario sin él.

Choque de Civilizaciones

El escenario internacional ha cambiado hacia uno marcado por el conflicto entre Estados Unidos y China. A pesar de que Donald Trump es un tipo impulsivo, impredecible e irrazonable, no se trata de una política meramente marcada por su personalidad. La pelea de fondo es por la punta tecnológica, la misma que definiría la supremacía económica y político-militar. Esa es la razón por la cual el “establishment” económico-financiero gringo insiste en que el centro de la disputa es lo que ellos consideran el robo de parte de China de la tecnología estadounidense. No es tampoco casualidad el conflicto alrededor de Huawei, llegando a encarcelar a su gerente financiera e hija del propietario de la empresa y a presionar a otros países para que declaren que los equipos Huawei ponen en peligro la seguridad nacional porque permiten el ciberespionaje, algo que ni Alemania ni Inglaterra han aceptado por falta de pruebas.

Se trata de una lucha por la hegemonía mundial. Continue reading “Choque de Civilizaciones”

Más allá de Forsythe y Susel

Los esfuerzos del alcalde de La Victoria George Forsythe y su gerente Susel Paredes por ordenar la zona de Gamarra y liberarla de ambulantes ha sido bien recibida por una mayoría ciudadana. En poco tiempo, sin embargo, han salido a luz las limitaciones de esta política, ya que una gran cantidad de los ambulantes desalojados se reubicó en otra zona, muchos de ellos en la avenida Aviación y en los alrededores de Gamarra.

Se podría ahora tratar de sacarlos de allí, pero es evidente que en ese caso se irán a otro sitio, a unas cuadras más allá o a otro distrito. Es como apretar un globo por un lado, en cuyo caso simplemente el globo se hinchará por otro lado. Esta analogía resalta que si bien la política de “apretar el globo” puede funcionar para una zona, no funciona para el conjunto.

INFORMALIDAD Y EMPLEO

Es evidente que hay un problema mayor que Forsythe y Susel no pueden resolver, cual es que hay una gran cantidad de peruanos que no consiguen trabajo. Aunque los ambulantes sean desalojados de un sitio, esas personas necesitan lograr algún dinero para poder comer, vestirse y tener donde dormir.

Lo que sucede con los ambulantes de Gamarra contradice con el repetido discurso de que la economía peruana está muy bien.  Devela, así, la realidad de desempleo y subempleo, un problema crónico que se ha agravado continuamente los últimos cinco años. Terminado el boom de los altísimos precios de los minerales, las políticas neoliberales han mostrado nuevamente su total incapacidad de resolver  el problema del empleo. Continue reading “Más allá de Forsythe y Susel”

Norma Anti-Elusión: ¿Durmiendo con el Enemigo?

Se llama elusión a los trucos o tretas que aplican las grandes empresas para reducir sus pagos de impuestos. La elusión de las grandes empresas, de ser controlada, permitiría según el MEF lograr unos 4 mil millones anuales adicionales de ingresos para el estado, casi el triple de lo que se gasta en construir y rehabilitar colegios o el doble de lo que se destina al SIS-Seguro Integral de Salud.

La mayoría de países tienen una ley o norma anti-elusión. El Perú tiene desde el 2012 una ley al respecto, conocida como la norma XVI del Código Tributario, que no se aplica porque la Confiep se opone. El 2014 lograron que una nueva ley estableciera que se suspendía la aplicación de la norma anti-elusión hasta que el ministerio de economía y finanzas establezca por decreto supremo los parámetros de la norma. Pasaron cinco años y nada. Contando el gobierno con facultades legislativas para sacar esto adelante, Roque Benavides fue con una batería de abogados pro-empresariales al MEF a presentar sus objeciones, en una reunión que fue guardada en secreto hasta hace poco (cuando se trata de negociar el poder de las grandes empresas de sacarle la vuelta a la SUNAT prefieren hacerlo a escondidas). No les hicieron caso: el DL 1422 de setiembre 2018 establece los parámetros que se exigía. La Confiep se sigue oponiendo: pocas semanas después de que salió el DL 1422, Miki Torres, entonces presidente de Fuerza Popular, presentó un proyecto de ley en el congreso con las mismas cosas que quería la Confiep. Continue reading “Norma Anti-Elusión: ¿Durmiendo con el Enemigo?”

Cambios Económicos Necesarios

Tenemos un nuevo gabinete pero se ratifica una política económica neoliberal y pro-Confiep. Ese es un grave error. Debiera darse un giro con dos orientaciones centrales: reactivación para crear empleos, y justicia fiscal para tener educación y salud pública de calidad.

Reactivar para crear empleos

En Lima se han perdido 65 mil empleos en el último año, lo que constituye un tremendo golpe a las economías populares. Continue reading “Cambios Económicos Necesarios”

Como si el Dinero No Importara

Dos grandes tareas tiene el nuevo gabinete Del Solar: avanzar en la lucha anti-corrupción y reactivar la generación de empleo y el progreso social. Para ambos objetivos, la actual política económica no ayuda en nada sino que más bien obstaculiza. La mayoría de analistas, sin embargo, se olvidan de la economía en sus análisis del nuevo gabinete. Es un error grande ya que el continuismo neoliberal en la política económica tendrá altos costos sociales y políticos. Continue reading “Como si el Dinero No Importara”

Los Diversos Caminos Económicos de Venezuela y Bolivia

El desastre de la economía venezolana está fuera de toda duda. Es una catástrofe de proporciones. Es necesario señalar, además, que si bien el bloqueo económico ha causado serios daños y Venezuela ha sufrido la fuerte caída de precios del petróleo, la política económica de Nicolás Maduro es la principal responsable. No se puede, sin embargo, decir que eso se debe a que cualquier gobierno de izquierda genera crisis económicas, en especial porque otro gobierno bien de izquierda como el de Evo Morales en Bolivia, ha tenido un desempeño bastante bueno, superando en crecimiento al Perú en los últimos seis años seguidos. ¿Por qué uno ha sido tan malo y otro ha sido bastante bueno? Acá unas ideas de base, reconociendo que es necesario un análisis mucho más profundo al respecto. Continue reading “Los Diversos Caminos Económicos de Venezuela y Bolivia”

Reforma Política frente a la Democracia Inexistente

El punto de partida es espantoso. El caso de Héctor Becerril, mastín de Keiko, metido hasta el cuello con la mafia chiclayana es sólo una escena más del espectáculo que han dado los congresistas fujimoristas. Realmente daría vergüenza ajena sino fuera porque toda esa bazofia sigue en su curul y cobrando jugosos sueldos con nuestra plata. No es solo la bankada fujimorista: Edwin Donayre, general del ejército condenado a cinco años de cárcel por robar gasolina a su institución, hasta ahora blindado por la mayoría aprofujimorista, entró al congreso por Alianza para el Progreso. Los casos de “políticos choros” abundan; se trata de una epidemia.
Continue reading “Reforma Política frente a la Democracia Inexistente”

Y las Constructoras Coimeras del Club Siguen Como si Nada

Nuevas declaraciones de funcionarios de Odebrecht ratifican que JJC de los Camet,  GyM de “Pepe” Graña e ICCGSA compartieron las coimas por la interoceánica. No era poquita cosa: el 30 por ciento de 45 millones de dólares son nada menos que 13,5 millones de dólares. La semana pasada, otras revelaciones del “club de la construcción” también ratificaron que estas y otras empresas constructoras se repartieron obras sobrevaluadas en cientos de millones de soles, pagando una “bolsa” de al menos 17 millones de dólares. Mientras tanto, estas empresas siguen contratando con el estado, recibiendo puntualmente sus pagos y cobrándonos peajes elevados.

Además, esas empresas incluyeron esas coimas como costos empresariales, logrando así que mediante una reducción de impuestos el estado cargara con 30 por ciento de las coimas ¿Por qué siguen como si nada?

Este tema se discutió intensamente en el verano pasado en torno a la aprobación de la ley 30737. Pueden ver mis artículos publicados en marzo https://bit.ly/2EnosXwy mayo https://bit.ly/2SOFvdY. Como señalamos en su momento esa ley y su reglamento permitían que estas empresas, aunque obstruyeran la justicia y no colaboraran en nada, siguieran operando sin cambios sustanciales. La ley no empoderaba a los fiscales; por el contrario facilitaba que los constructoras siguieran manteniendo la “omertá ” cómplice del silencio absoluto – salvo Odebrecht que ya tenía un acuerdo firmado para delatar todo en Brasil y Nueva York.

Ahora Yeni Vilcatoma sale a criticar la ley 30737, pero durante todo este tiempo ha seguido siendo fiel integrante de la bancada fujimorista que aportó 42 votos críticos a la aprobación de esta ley. Grandes intereses se movieron atrás de esa ley, que en su momento se dijo era indispensable para mantener el crecimiento económico, como si sólo hubiera ese puñado de constructoras corruptas y nada pudieran hacer las demás medianas empresas que nunca pudieron competir porque no pagaban su entrada al exclusivo “club de la pudrición”. El problema es que Vilcatoma, en vez de querer ajustar a las demás empresas constructoras, brasileñas y peruanas, que no colaboran y obstruyen la justicia, quiere atacar a la única que habla y colabora: Odebrecht. Lo que hay que hacer es precisamente lo contrario, ajustar a estas coimeras cortándoles el caño del presupuesto público para forzarlas a que confiesen absolutamente todo y lograr así que los culpables vayan a la cárcel.

Y no, no es que estemos contra la empresa privada, del mismo modo que insistir en que el Gral (r) y congresista Edwin Donayre vaya a la cárcel por robar gasolina no significa para nada oponerse al Ejército Peruano. Como dice mi amigo Abel Gilvonio “el país requiere empresas que logren ganancias y utilidades con transparencia, de manera honesta, no corrompiendo sino respetando sus propias reglas de juego y los derechos laborales de los trabajadores”.

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