Finalmente el gobierno decidió recoger la idea, planteada semanas atrás (ver acá https://pedrofrancke.com/2020/03/21/cooperando-y-pensando-en-lo-que-viene/ y acá https://www.youtube.com/watch?v=a2ikHi89oOE), de un bono de amplia cobertura, no focalizado. No reiteraré acá porque la idea de bono restringido era errada (ver acá https://pedrofrancke.com/2020/03/23/los-380-soles-deben-llegar-a-mucho-mas-que-3-millones-de-peruanos/). Solo digamos que, además de diseño, los bonos anteriores han tenido falencias de implementación, que se fue ampliado poco a poco también con limitaciones (caso del bono independiente y el bono rural), y que en el caso de las zonas rurales se aprobó tarde y la base de implementación incluía solo familias de Juntos y Pension65, es decir, con niños y con acianos, mas no a quienes solo son adultos.
Ahora se plantea un bono universal, restando de la población en su conjunto a los que tienen sueldo. Supongo también excluirá a quienes han declarados ingresos independientes medianos y altos, caso de algunos abogados, economistas o médicos, u otros.
Quedan sin embargo algunos temas por discutir sobre el bono universal anunciado. El primero es la lógica familiar; se dice que a las familias con salario fijo no les llegará el bono. El asunto es que conozco una familia de 7 integrantes de los cuales 3 trabajaban informales o independientes y solo una tenía un trabajo, complementado por otro informal. ¿Bastan 760 soles para estas 7 personas? Si el bono es familiar, parece lógico considerar que el bono debiera guardar relación con el tamaño de la familia y de los ingresos que mantienen; aunque sabemos la información es deficiente al respecto, se podría hacer algo mejor que sacar a miles de la lista de beneficiarios aunque sus ingresos sean muy bajos.
El otro tema es ¿de dónde sacar una base de datos de familias, una en la que las personas integrantes estén identificadas con DNI? En el estado peruano la única base que se usa así es la del SISFOH, usado para el primer bono y con tremendas debilidades. La única otra base es la del Censo 2017, bastante mejor aunque las familias podían no dar su DNI al censador y ya los datos son de hace 3 años (pero la información del SISFOH tiene 8 años, mucho peor). Se puede, y espero que así se haga, pero es totalmente nuevo y tiene huecos.
Por estas razones a mí me parece mejor un bono universal ciudadano, no familiar. Las familias con varios adultos recibirían más y no hay complejidades de bases de datos a procesar, basta la lista de DNIs de RENIEC. Pero no es tiempo de pegar el grito en el cielo cada vez que el vaso está medio vacío, hay que darse cuenta de que también está medio lleno.
Aunque en este caso, el problema es que para muchas familias, el vaso todavía está totalmente vacío. Nuevamente, hay que insistir en el objetivo que debe prevalecer: Llegar a todas las personas necesitadas rápido y con suficiente apoyo. El estómago no espera.
Para ello, un tema crítico es lo operativo. Siendo dinero, las necesidades de administración son bastante menores. No sé cuáles han sido las barreras en este caso, pero cabe insistir en esto: el sentido de urgencia debe prevalecer sobre la idea de ajuste fiscal que impone el MEF cuando se trata de las mayorías y los pobres (porque cuando se trata de bancos y grandes empresas, ahí si cualquier idea de focalización se olvida rápidamente).
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