Tenemos dos semanas más de cuarentena, y apareció el primer caso en una empresa minera, en Cerro Verde. Esto resalta que el privilegio dado a las empresas mineras de seguir trabajado no estaba justificado. Mirando a futuro, digamos a 2 semanas plazo, nos plantea otro tema: ¿Cómo equilibrar mejor las medidas de aislamiento social con el funcionamiento de la economía?
Por ahora, la cuarentena es indispensable: hay que tirarse abajo la trasmisión interna del coronavirus. Las medidas económicas deben apoyar ese objetivo, asegurando que todas, absolutamente todas las familias que lo necesiten reciben el bono de 380 soles por quincena, incluyendo informales aun no considerados y zonas rurales; sólo de esa manera se puede evitar la presión económica que tienen esas personas para salir a trabajar como único medio de lograr su subsistencia. No hay justificación alguna para que el gobierno niegue estas ayudas por un falso argumento de “focalización” y al mismo tiempo dedique cientos de millones a apoyar a grandes empresas.
Pero en este artículo quiero empezar a discutir en lo que deberemos hacer después. Quizás pueda haber unas semanas más de cuarentena, pero tarde o temprano habrá que salir de ella. Dada la pandemia, si regresamos a como estábamos antes es casi seguro que, demorará semanas o meses, pero mientras no haya vacuna se volverá a generar una epidemia masiva. Tenemos entonces que pensar como organizamos la vida, la defensa de la salud pública y la producción y economía de mejores maneras.
Parece que la respuesta esencial a ese dilema es de medidas de salud pública de carácter poblacional: aplicación masiva de pruebas con aislamiento inmediato de casos y seguimiento exhaustivo a los contactos de los contagiados, junto con algunas medidas que reduzcan al contacto social tales como impedir conciertos, cines, teatros y demás reuniones masivas, convertir la educación a virtual principalmente, hacer todo lo posible por promover el teletrabajo, reordenar los horarios y el transporte público para evitar los congestionamientos de personas.
Hay que pensar además en la producción: ¿Cómo retomar la producción minera, de la agroexportación, de la industria para el mercado interno, de la construcción? Establecer pruebas diagnósticas a los trabajadores antes del reingreso a sus labores y luego de manera continua, toma de temperatura diaria a todos los trabajadores al ingresar, uso de mascarillas generalizado, medidas estrictas de lavado continuo de manos, desinfección diaria de superficies de contacto, y reorganización de los espacios y métodos de trabajo para reducir al máximo el contacto cercano entre los trabajadores.
En todos estos casos, es necesario establecer nuevas regulaciones gubernamentales, con inspecciones previas y fiscalización continua que se apoye en los sindicatos y organizaciones de trabajadores, y fuertísimas sanciones a las empresas que incumplan. El gobierno tiene instrumentos fuertes y alta legitimidad para hacerlo, ahora que va a pagar 35% de la planilla y dar créditos de apoyo.
En estas semanas de cuarentena que quedan, el gobierno debiera organizar Mesas, dirigidas por expertos de salud pública, junto a los ministerios y/u organismos reguladores, y con participación de los gremios de empresas grandes y de empresas pequeñas, para definir las regulaciones. El criterio de defender la salud pública debe primar, pero hay que escuchar y considerar también el punto de vista empresarial. Son muchos sectores distintos y es todo un reto, por eso hay que empezar ya.
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