Escena 1: junio 1999
Dionisio Romero, presidente del Banco de Crédito y cabeza del multifacético grupo Romero, está en la salita del SIN. Conversa amigablemente con Vladimiro Montesinos sin saber que está siendo filmado. Fue a pedirle como “favorcito” a Montesinos que nombrara a su banco como el administrador de una empresa pesquera (Hayduk), lo que obtuvo y le rindió 15 millones de dólares. Se trata de un asunto que es estrictamente competencia de un juez, pero Montesinos manejaba el Poder Judicial (habían comprado a la mayoría de la Corte Suprema con grandes fajos de dólares, como otros vladivideos lo muestran). Dionisio Romero también pidió que le redujeran los impuestos a las importaciones de trigo, ya que como dueño de Alicorp trae trigo del exterior para venderlo como harina y fideos. El ingreso de trigo subsidiado en Estados Unidos socava nuestra seguridad alimentaria y empobrece a los productores peruanos que ven su producto desplazado de los mercados. Sin importar eso, días después de esa reunión salió la norma, suscrita por el gobierno de Fujimori, rebajándole esos impuestos: varios millones más de ganancias para el grupo Romero. A cambio, Montesinos le pidió, a quien la “Encuesta del Poder” lo consideraba el empresario más poderoso del Perú, diera declaraciones a favor de la reelección de Fujimori. Cumplió. Sus declaraciones salieron publicadas en el diario “Expreso”.
Esta viñeta tiene un antecedente que la explica mejor. Una semana antes Dionisio Romero había estado en esa misma salita, con Montesinos y los altos jefes de las fuerzas armadas y policía, complotando para apoyar la fraudulenta segunda reelección de Alberto Fujimori. Era evidentemente una reunión antidemocrática e ilegal y de pleno conocimiento de Alberto Fujimori. La dictadura y el poder económico en Perú jugaban en pared, intercambiando favores; Fujimori jugaba a concentrar más poder, Romero a concentrar más dinero.
Añado una pequeña transcripción del diálogo entre Romero y Montesinos, sobre el tema adicional de los fondos para la campaña de la re-reelección de Fujimori:
Romero: ¿Fondos para la campaña?
Montesinos: ¿Fondos? Para eso están los amigos.
Risas.
Romero: Tenemos que empezar a ver como se ha manejado, qué magnitud le pega, cómo se usa al mismo Estado para que el Estado colabore, porque sacarle a empresarios plata hoy, es difícil.
Escena 2: junio 2018
Keiko Fujimori y Martín Vizcarra tienen una reunión secreta. La reunión en una casa de Miraflores es apadrinada por el empresario agroexportador José Chlimper, que en ese entonces era el secretario general de Fuerza Popular. Keiko pide que no se haga pública la reunión y le pide a Vizcarra que bote a la ministra de salud. La razón del pedido es que se estaba exigiendo la aplicación de los avisos en forma de octógonos para alertar sobre la comida chatarra y la principal empresa afectada sería Alicorp del grupo Romero, que tiene una posición monopólica en aceites, galletas, cremas, harinas, fideos y varios otros productos altos en azúcares y grasas. Pero ocurre que la alimentación saludable no es un tema banal; la obesidad es una epidemia mundial y en el Perú el exceso de peso ya afectaba más de 60 por ciento de la población en ese momento. Es un derecho básico del consumidor estar informado de qué productos tienen muchas grasas y azúcares. Un flashback nos ayuda a entender el interés de Keiko al extremo de pedir que saquen a una ministra. Regresamos un instante al verano del 2016 y nos encontramos con Dionisio Romero P. en reuniones secretas con Keiko Fujimori. Le entrega diecisiete maletines ´estilo James Bond´ conteniendo un total de 3 millones 650 mil dólares, billete sobre billete, retirados de la bóveda del Banco de Crédito sin cumplir los procedimientos esenciales establecidos por la Unidad de Inteligencia Financiera para controlar el lavado de dólares.
Se trataba de la misma familia Romero que ya había canjeado favores económicos por apoyo reeleccionista con Alberto Fujimori, su padre, así que el 2018 Keiko decidió devolverle el favor al “inversionista”. Desde su bankada en el congreso, había presentado varios proyectos para desvirtuar la ley de la alimentación saludable y los avisos de los octógonos en beneficio de Alicorp y el grupo Romero. Al no conseguir su aprobación Keiko trató de evitar que se aplicara la ley despidiendo a la ministra de salud, pero Vizcarra no le concedió el pedido porque no quiso convertirse en su sirviente (a diferencia de Dina). Pero los Fujimori tienen espíritu dictatorial: en setiembre del 2019 los congresistas leales a Keiko Fujimori votarían en bloque por vacar a Vizcarra, pero la jugada les falló y el congreso fue disuelto. Un año y tres meses repetirían la jugada con éxito y Vizcarra fue vacado con los votos de la bankada fujimorista, imponiendo a Manuel Merino como presidente (con Luis Arista como su ministro de economía).
Escena 3: junio 2024
El congreso con los votos fujimoristas aprueba una ley en favor de las AFPs, la llaman de “reforma del sistema de pensiones” y Keiko Fujimori saca un video defendiendo y aplaudiendo la medida. Una de las cuatro AFPs es de propiedad del grupo Credicorp/Romero. El año 2022 (la SBS no reporta datos del 2023) la AFP Prima nos cobró a los trabajadores comisiones por 2 mil 460 millones de soles, sus costos no eran la mitad de esa cifra así que tuvo utilidades operativas por 1 mil 254 millones de soles, que es lo que ganan cien mil trabajadores con sueldo mínimo en todo un año. Además de tener buenas ganancias directas, como tienen secuestrado el dinero de los trabajadores controlan un fondo de 36 mil 851 millones de soles, una buena parte de los cuales los entregan a sus propias empresas (lo que en países como Chile o Colombia está prohibido desde hace décadas).
La ley de Keiko beneficia a las AFPs de varias formas: impiden que haya nuevos retiros de las AFPs aún ante emergencias y al momento de la jubilación quienes hoy tienen menos de 40 años ya no podrán gestionar su dinero de otra forma, con lo que las AFPs se aseguran tener bajo control nuestro dinero. Obligan a afiliarse a los trabajadores independientes, de tal manera que tendrán más gente pagándoles comisiones y abultando su fondo. Incluso han inventado un “aporte por consumo” que no existe en ninguna otra parte del mundo y que obliga a un subsidio estatal que pondrá más dinero bajo su control y sobre el cual las AFPs cobrarán comisiones.
Los 3 millones 650 mil dólares que Dionisio Romero P. le entregó a Keiko Fujimori sigue rindiendo sus frutos. El pacto corrupto entre Alberto Fujimori y Dionisio Romero no ha perdido vigencia y se ha ido renovando a lo largo de tres décadas.
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