Estamos a dos días de las elecciones, los candidatos han dicho lo que pensaban y han debatido, salvo Reggiardo que se corrió. Nada han dicho, sin embargo, sobre las condiciones presupuestales que tendrán los gobiernos regionales y las municipalidades, las que serán problemáticas sobre todo fuera de Lima. Tres asuntos afectarán las finanzas regionales y municipales: la caída de precios de los metales que reducirá el canon, la desaceleración económica que afecta el Foncomun y la ley de hidrocarburos de Keiko que rebajará las regalías y canon petroleros. Han sido temas poco mencionados porque, como dice el vals, los candidatos suelen ofrecer que “las corvinas sobre las olas / nadarán fritas con su limón” pero que son esenciales para propuestas como las de multiplicar serenazgos o hacer un centenar de teleféricos que hemos oído reiteradamente.
MENOS CANON MINERO
El Presupuesto 2019 presentado por el ministerio de economía y finanzas dice que habrá más presupuesto para los gobiernos regionales y municipalidades. Pero los cálculos de base del presupuesto están seriamente desfasados, ya que suponen un precio del cobre del orden de 3,10 dólares la libra, precio que tenía en junio pero que ya desde julio ha caído fuertemente, estando en agosto y setiembre en 2,70 en promedio. Similares caídas de precios tienen otros metales que conforman el grueso de nuestras exportaciones: el oro cayó de 1,300 a 1,200 dólares la onza, el zinc de 1,40 a 1,10 la libra, el plomo de. 1,10 a 0,90 la libra entre junio y setiembre. La caída es grande, acercándose en varios casos al 20 por ciento.
Una buena parte de los ingresos de las regiones y municipios fuera de Lima es el canon minero, que reciben al distribuirse entre ellos la mitad del impuesto a la renta que pagan las empresas mineras de su zona. Una caída de los precios de la magnitud señalada va a traerse abajo el impuesto a la renta de las mineras; por ejemplo entre el 2011 y el 2015 la caída de los precios de los metales hizo que el impuesto a la renta de las mineras se redujera de 9 mil millones de soles a 2 mil millones de soles, y si consideramos las “devoluciones de impuestos” del 2015, ese año incluso la recaudación neta fue negativa (es decir, el estado les dio más a las empresas mineras como devolución de impuestos, que lo que les cobró por impuesto a la renta).
¿Es sensato apostar a que los precios de los metales se recuperarán en el corto plazo? Claramente no. Dos factores se han traído abajo las cotizaciones de los metales en el mercado internacional. El primero es la guerra comercial entre Trump y China, que ha tenido un efecto negativo sobre la producción industrial del gigante asiático que hoy demanda alrededor de la mitad del consumo mundial de cobre. Esta guerra comercial no parece tener visos de terminar pronto sino más bien de agravarse; el reciente arreglo de EEUU con Canadá apunta en ese sentido, revelando como Trump busca concentrar sus misiles comerciales en Asia. Posiblemente China tome medidas para promover su crecimiento económico, ellos no son ningunos tontos como para seguir las políticas que le gustan al MEF peruano y sí se toman en serio las políticas anticíclicas. Pero es poco probable que el resultado evite el golpe a la demanda mundial de los metales. El otro factor atrás de la caída del precio del cobre es el alza de las tasas de interés en los Estados Unidos, que hace menos rentable y más caro guardar inventarios y especular con metales. También en este caso la tendencia en el próximo año es al alza de las tasas de interés.
Con ambas fuerzas, guerra comercial y tasa de interés, empujando el precio del cobre y los metales a la baja, es poco sensato apostar a que estos se recuperen de la caída que ya han sufrido. Esto indica que los estimados del presupuesto 2019 de la recaudación tributaria minera y en particular del canon que se distribuye a regiones y municipios están seriamente sobreestimados. El gobierno haría bien en rectificar los datos y dejar de generar falsas expectativas a nivel descentralizado, y los futuros alcaldes y gobernadores regionales tendrán que ajustar rápidamente sus planes.
LA LEY DE HIDROCARBUROS DE KEIKO
Otra amenaza pende sobre las regiones que reciben canon y regalías provenientes del petróleo y el gas: la ley de hidrocarburos de Keiko. Este proyecto de ley, presentado por PPK pero defendido en varias entrevistas por Keiko Fujimori, permite una brusca reducción de las regalías petroleras que hoy están entre 16 y 50 por ciento hasta el 5 por ciento. Dado que esas regalías son las que sustentan el canon petrolero, éste corre serio riesgo.
Como Keiko está muy interesada en sacar esta ley la mayoría fujimorista ha exonerado el proyecto del trámite de las comisiones de medioambiente y pueblos indígenas y también de la comisión de economía, que obviamente debiera revisarla por su impacto sobre los ingresos fiscales. Esto hace que la aprobación de este proyecto puede darse en cualquier momento, porque el proyecto ya está en la agenda del pleno del congreso. Aunque la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales se ha manifestado en contra del proyecto, los fujimoristas han preferido hacerles caso omiso y cumplir con los pedidos de las trasnacionales petroleras agrupadas en la Sociedad Peruana de Hidrocarburos.
En años pasados la reducción del canon petrolero debido a la caída de los precios internacionales generó crisis en varias de las regiones productoras, la que fue particularmente seria en Loreto. Esa es una debilidad de un modelo primario-exportador que se basa en repartir rentas, algo que Venezuela llevó al extremo y mostró que era insostenible cuando los precios cayeron.
Estamos en vísperas de unas elecciones regionales y municipales sin que se haya prestado suficiente atención a este riesgo en las zonas del norte y la selva del Perú donde este golpe sería importante. Es probable que la postergación de la discusión de este proyecto en el pleno del congreso sea calculada, ya que su aprobación por la mayoría fujimorista generaría una ola de total rechazo a sus candidatos en esas regiones, por lo que estarían esperando el momento adecuado para dar el zarpazo. Pero que el fujimorismo actúe oportunistamente no debiera llevar a que los principales candidatos regionales y municipales no alerten sobre este tema.
LA TENDENCIA DE CRECIMIENTO A LA BAJA
Los vientos externos nos juegan en contra y nuevamente hemos perdido dos años sin diversificar la economía, empujar la industria o tener un plan fuerte y bien pensado para aprovechar nuestros activos culturales y ambientales. Así que la macroeconomía se va para abajo, como era de esperarse cuando tenemos un ministerio de economía y un BCR que en vez de preocuparse por el empleo priorizan los intereses de banqueros, trasnacionales y financistas y tienen unas anteojeras fiscalistas.
Esa realidad de una economía urbana que se paraliza tiene repercusiones sobre el empleo y la situación económica de las familias, con costos que tarde o temprano recaerán sobre Vizcarra. Pero también tendrá consecuencias sobre las municipalidades. Si la economía se frena también el IGV sufre, y para muchos municipios del Perú una fuente de financiamiento muy importante es el llamado Foncomun, constituido por 2 puntos porcentuales del IGV que nos cobran sobre cada compra que hacemos y que se reparte a todos los municipios del Perú.
A de ello, la realidad del presupuesto no ha sido un asunto de preocupación de los candidatos, que hablan y hablan sin este “reality check” básico. Habría que añadir además que ante la falta de empleo, el empuje para que haya más ambulantes en las veredas y más colectivos piratas en las calles se acentuarán, haciendo más difícil el cuidado de los espacios públicos y la tarea de ordenamiento del transporte.
SE PUEDEN HACER CAMBIOS
Muchas cosas se pueden hacer con poco presupuesto, entre las cuales el ordenamiento del tránsito sería mi preferida (lo que exige erradicar los “colectivos” no legalizarlos). Pero es claro también que una ciudad no puede gobernarse si no es con un presupuesto suficiente y que temas críticos como el transporte también requieren de inversiones importantes en muchas ciudades del Perú.
Aunque es tarde para pedir propuestas y debates sobre este tema clave del presupuesto, los candidatos a gobernadores regionales que estarán disputando la segunda vuelta en las próximas semanas debieran abordar este tema. Hay opciones, como reducir exoneraciones, por ejemplo en la amazonia, donde el fujimorismo insistió en el congreso para mantener los privilegios tributarios que se concentran en una veintena de empresas mientras podrían financiar cientos de millones en obras. A nivel municipal, el ministro Oliva ha señalado que en el impuesto predial se podría dar más competencias a los municipios, algo en lo que estoy de acuerdo, ya que quienes tienen casonas que valen millones y acumulan varias propiedades bien pueden pagar un poco más. Algo de realismo básico en las propuestas es indispensable para saber que no se trata solo de promesas demagógicas.
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