El resultado del referéndum del domingo ha sido una respuesta ciudadana contundente, defendiendo la lucha anti-corrupción frente al claro sabotaje de la mayoría fujiaprista en el Congreso. Les ganamos por goleada.

La primera gran cuestión después del referéndum es: ¿se parará firme Vizcarra y hará cuestión de confianza para que se aprueben rápidamente las leyes para aplicar lo votado y mandar a Chávarry a su casa, diciendo claramente que cerrará el congreso en caso contrario? No hacerlo permitirá que continúen los ataques de Chávarry contra el fiscal Juan Domingo Pérez, incluso con la amenaza de que lo puedan sacar del cargo. El presidente debe tener claro que la ciudadanía ha votado por ir a fondo, sin titubeos, sin ambages, sin demoras, en la lucha contra la corrupción.

No debemos olvidar por otro lado un serio problema de falta de empleos. Hay la misma cantidad de puestos de trabajo que hace tres años, lapso en el que han entrado 600 mil venezolanos y otros 900 mil jóvenes peruanos quieren chamba. A pesar de la propaganda del MEF de Oliva, apenas 16% de peruanos creen que su economía ha mejorado con Vizcarra y 59% cree que la situación económica no mejorará el próximo año.

La causa de estos problemas es una política neoliberal que mantiene la inversión pública reducida, las tasas de interés altas, el agro sin crédito y la industria agonizando frente a importaciones chinas que ya ni los Estados Unidos soportan. Otro problema crucial es el bajísimo presupuesto público en educación, salud, ambiente y seguridad ciudadana mientras siguen permitiéndose 16 mil millones anuales de exoneraciones tributarias y “devolviéndose” 6 mil millones de soles anuales a la gran minería. Añadamos a esto la persistencia en Alianzas Público-Privadas oscuras que añaden adenda tras adenda sin control.

¿Qué cambios hará Vizcarra después del referéndum? En el CADE el presidente repitió el cuento neoliberal de que en el Perú los costos laborales son muy altos. «Uno de los factores que eleva la informalidad es el alto costo laboral no salarial que triplica el de los pares de la Alianza del Pacífico» dijo Vizcarra. El dato es incorrecto. Un estudio del año pasado del BID y la OCDE indica que un trabajador argentino cuesta 27 mil dólares al año, un brasileño o chileno entre 14 y 15 mil, un colombiano o mexicano entre 9 y 10 mil,  mientras un peruano no llega a 7 mil dólares por año (equivalente a 1,800 soles mensuales). En toda Latinoamérica el promedio del costo laboral total es de 9,800 dólares, casi 50% más que en Perú, mientras que en la OCDE supera los 50 mil dólares al año (https://bit.ly/2KUetuw).

Es una buena noticia de hoy el que el premier Villanueva haya dicho que no se recortarán vacaciones; es absurdo insistir en reducir beneficios laborales cuando nuestros salarios son bajísimos. Para promover la reactivación y la creación de empleos se necesita más inversión pública, menos tasas de interés, crédito de fomento para el agro y las innovaciones, conexiones a internet en todos los pueblos en base a la red dorsal, gasoducto en el sur, fondos para desarrollo tecnológico, mejora de la educación y salud públicas. Hay que hacer que los señorones de la Confiep que aportaron a las campañas de Keiko y Alan obteniendo ventajas especiales luego, paguen lo justo para el bien público en vez de facilitarles que paguen menos a sus trabajadores.