Keiko y los Romero

Los 3 millones 650 mil dólares que Keiko Fujimori recibió en sus manos de Dionisio Romero, entonces presidente del Banco de Crédito del Perú, tiene varias características que es bueno recordar ahora.

Según declaraciones que Dionisio Romero Pauletti hizo a la fiscalía y que Keiko Fujimori reconoció como verdaderas, esa enorme cantidad de dinero se entregó en manos de Keiko Fujimori, en media docena de entregas de 500,000 a 600,000 dólares cada una, siempre en maletines llenos de billetes verdes. Las entregas se hicieron en casa de Martín Pérez Monteverde, un gerente de Romero que había sido congresista del PPC y ministro de Alan García, con su presencia y la de Jaime Yoshiyama, ex-ministro de Alberto Fujimori, entonces secretario general de Fuerza Popular y candidato a la vicepresidencia con la señora K.

En esa campaña 2011 otros 400 mil dólares salieron de dos empresas presididas por Dionisio Romero, Alicorp y el BCP, para una campaña de la Confiep dirigida a orientar en segunda vuelta el voto en favor de Keiko Fujimori. Es decir, el aporte total que hoy conocemos de Dionisio Romero a Keiko el 2011 superó los 4 millones de dólares, bastante más que el millón que le dio Odebrecht a la misma Keiko e incluso mayor que los 3 millones que Odebrecht le dio a Humala.  

Los aportes no se detuvieron ese año. El 2016, según declaró Dionisio Romero a la fiscalía, él entregó otros 450 mil dólares a Keiko, también en efectivo. Si hacemos la suma veremos que al menos 4 millones y medio de dólares, que equivalen a más de 15 millones de soles, fueron a parar al bolsillo de la señora Fujimori. Veremos a continuación como el congreso dominado por el fujimorismo de Keiko entre 2016 y 2019 otorgó importantes favores económicos a Romero.

ALICORP Y LA COMIDA CHATARRA

La empresa Alicorp de Dionisio Romero es la principal comercializadora de alimentos industrializados como galletas, fideos y aceites, e importadora de trigo del exterior, con 37 empresas subsidiarias. Sus activos suman 11 mil millones de soles y ventas de 10 mil millones anuales. Alicorp controla el 95% de la venta de mayonesas, el 82% de las mazamorras, el 66% de los refrescos instantáneos, el 52% de los aceites comestibles y el 33% de las galletas. No le convenía que hubiera advertencias claras para los consumidores del alto contenido en azúcar, sodio y grasas de esos productos. Esta advertencia es muy importante pues permite a los consumidores tener información para actuar evitando el sobrepeso y la obesidad, los que aumentan el riesgo de enfermedades graves como la diabetes, cáncer y males cardiovasculares. No es un asunto menor: el porcentaje de sobrepeso y obesidad en mujeres adultas se eleva al 58 por ciento y en el grupo más pobre esa tasa crecía al ritmo de 20 puntos por década. Ahora con el Covid, sufrir de obesidad eleva fuertemente la posibilidad de enfermar gravemente y morir.

Pero los intereses de Dionisio Romero y Alicorp pesaban más para Keiko. Entre el 2017 y el 2018 la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso presidida por el fujimorista Miguel Castro buscó impedir que se aplicaran los avisos en forma de octógonos que tenemos ahora, presentando y aprobando un proyecto de ley a ese efecto. Los congresistas seguían las órdenes de Keiko Fujimori, lo que se demostró con las imágenes de su chat “La Botica” de comunicación interna. El congresista Miguel Castro era del núcleo duro de Keiko, habiendo él mismo confesado posteriormente que emitió recibos falsos y consiguió a otras personas para que emitieran recibos falsos como aportantes de Fuerza Popular a cambio de que Jaime Yoshiyama le prestara plata.

Pero el Colegio Médico, el Colegio de Nutricionistas, la Organización Mundial de la Salud, un sinnúmero de organizaciones de salud pública y expertos de talla mundial como el Dr. Elmer Huerta salimos en defensa de los octógonos. A pesar de sus maniobras, Keiko y su bankada no estaban logrando detener su aplicación. En esa situación Keiko se reunió en secreto con Vizcarra, y ahí la señora Fujimori le pidió al entonces presidente que frenara los octógonos y botara a la ministra de salud. Semanas después Vizcarra rompió palitos con la señora K e impuso los octógonos, seguramente pensando que de aceptar su exigencia luego estaría siempre sometido a ella. Keiko Fujimori no logró su objetivo a pesar de haber actuado con insistencia, moviendo su bancada mayoritaria en el congreso y al más alto nivel, para defender los intereses de Dionisio Romero.

BANCO, AFP Y ASEGURADORA

El Banco de Crédito, la AFP Prima y Pacífico Seguros, empresas presididas por Dionisio Romero, tienen importantes exoneraciones tributarias y tienen además el privilegio de estar bajo el paraguas de un paraíso fiscal. El Banco de Crédito es el banco más grande del Perú, tiene activos por 182 mil millones de soles y el año pasado cobró 9,374 millones en intereses y comisiones. Sus utilidades durante más de una década han mantenido una rentabilidad promedio sumamente elevada del orden del 20% anual. Pacífico Seguros tiene ingresos anuales por 3 mil 600 millones de soles y ganancias de 259 millones el 2020.

De la información oficial del MEF sabemos que los bancos en general dejan de pagar impuestos por 557 millones anuales, las AFPs por 198 millones anuales y las compañías de seguros por 650 millones anuales. Sumando estos tres beneficios por los últimos diez años se suman más de 10 mil millones de soles de gastos tributarios, de los cuales más de 2 mil millones de soles corresponden a las empresas del grupo Romero. ¿Cómo se mantienen esas exoneraciones? Gracias a las leyes aprobadas por el congreso. De acuerdo a nuestra Constitución, esa que con tanto ardor defiende Keiko, la facultad de establecer impuestos y exoneraciones es exclusivamente del poder legislativo. Todos los años, en relación a la aprobación del Presupuesto anual, el congreso debe aprobar también su financiamiento y usualmente revisa las leyes tributarias. El fujimorismo durante todos estos años en control del congreso ha mantenido estos beneficios en favor de los grandes bancos y financieras.

Hay un tema adicional: los paraísos fiscales. Los 3 millones 650 mil dólares que Dionisio Romero entregó en maletines a Keiko salieron de las cuentas que Credicorp, la empresa holding del grupo cuya sede está en Bermudas, un conocido paraíso fiscal, tiene en otra empresa del grupo, el Atlantic Security Bank, banco basado en otro paraíso fiscal llamado Islas Caymán. El grupo Credicorp tiene más empresas en paraísos fiscales: una filial del BCP en Panamá y el CCR Inc en Bahamas. Toda esa estructura sirvió para que los 3,65 millones llegaran y se entregaran a Keiko sin que la Unidad de Inteligencia Financiera se enterara, a pesar de que por ley cada transacción mayor a 10 mil dólares debe ser informada: Romero trasladó 365 veces ese tope.

¿Por qué se permite que bancos peruanos operen desde paraísos fiscales? El 95% de los clientes del Atlantic Security Bank son peruanos. El BCP de Panamá apenas tiene 6 empleados y mueve más de mil millones de dólares en relación al Perú. La única razón por la que existen esos bancos en paraísos fiscales es para ayudar a grandes empresarios a ocultarse del fisco y dejar de pagar los impuestos que deben. Bermudas tiene menos habitantes que la provincia de Tayacaya en Huancavelica, pero allá las empresas trasnacionales declaran mayores ganancias que en Estados Unidos porque casi no pagan impuestos. El fujimorismo ha sostenido desde el congreso las leyes que favorecen estas tretas de elusión al fisco y Keiko ha sido directa beneficiaria de esos paraísos fiscales.

DIONISIO NO ES UN CUALQUIERA

Esta relación de los Romero con el fujimorismo, en la que intercambian favores políticos por leyes favorables a ellos, viene desde la dictadura de Alberto Fujimori. Hay varios “vladivideos” que muestran a Vladimiro Montesinos conversando en su oficina del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) con Dionisio Romero Seminario. Uno de ellos, de junio de 1999, cuando Keiko era “primera dama”, muestra claramente el intercambio de favores: un decreto supremo rebajará los impuestos que paga la empresa de Romero por la importación de trigo, a cambio pocos días después Don Romero dará declaraciones públicas respaldando a Fujimori. Año y medio después, Montesinos saldría fugado del país en una avioneta de la empresa ATSA de propiedad de Dionisio Romero.

La familia Romero está entre las multimillonarias del Perú y sin duda tendría que pagar un impuesto a fortunas mayores de 100 millones de dólares como el que Keiko rechaza con tanta vehemencia. Tiene otras empresas, como la red de clínicas Sanna y varios laboratorios que hoy lucran con la pandemia. Dionisio Romero fue considerado el empresario más poderoso del Perú entre el 2013 y el 2016; su padre lo fue durante 26 años seguidos. Del 2009 al 2019 Romero fue director de la Confiep; entre el 2015 y el 2017, cuando se enfrentaban Keiko y PPK y Dionisio Romero ponía cientos de miles de dólares en ambas campañas, quien presidió la Confiep fue Martín Pérez, el gerente del grupo Romero en cuya casa Keiko recibió los maletines con 500 a 600 mil dólares cada uno.

La relación de Keiko Fujimori con Dionisio Romero, recibiendo billetes y dando leyes a su favor, revela el gobierno que tras bambalinas han ejercido los grandes empresarios monopólicos desde la Confiep. Es esa, y no otra, la candidatura que ahora ha pasado a la segunda vuelta. Para tenerlo en cuenta.

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